Atalanta (Yibuti)
El 21 de septiembre de 2008, España decidió enviar un avión P-3 Orión
perteneciente al Ala 11 de la Base Aérea de Morón de la Frontera
(Sevilla) a la Base de la Fuerza Aérea Francesa BA 188 en Yibuti dentro
de la Operación nacional Centinela Índico, constituyéndose el
Destacamento Orión inicialmente con 39 personas, que incluía
tripulaciones y personal de apoyo.
La misión consistía en realizar labores de vigilancia, información y prevención de la piratería en aguas de Somalia, así como proteger a los barcos españoles que navegasen por la zona de interés y atender las llamadas de emergencia que se pudieran producir en la zona. Dentro de la Operación Centinela Índico se realizaron un total de 70 misiones y 566:55 horas de vuelo, habiéndose detectado e identificado un total de 25.800 embarcaciones y abortando el secuestro de tres barcos mercantes.
A partir del 23 de enero de 2009, España se unió a la Fuerza Naval de la Unión Europea (EU NAVFOR), constituida para colaborar junto a otras Fuerzas Navales que se enviaron al Océano Índico en la lucha contra la piratería que amenaza el tráfico marítimo mundial y proporcionar seguridad y estabilidad a las embarcaciones que transitan por dichas aguas, pasando a denominarse Operación ATALANTA.
Para garantizar la seguridad de los pesqueros y del tráfico marítimo en general, se ha establecido un área de operaciones en el Océano Índico, al este de las costas de Somalia, de 5,2 millones de kilómetros cuadrados (más del doble de la extensión del Mar Mediterráneo), en el que se controla exhaustivamente la actividad de las posibles embarcaciones piratas, y el denominado Corredor Internacional en el Golfo de Adén, donde se proporciona escolta y seguridad.
Toda la información recogida por la aeronave española se envía al Mando de la EU NAVFOR que tiene su Base en Northwood (United Kingdom) y al Comandante de la Fuerza (puesto rotativo entre los países participantes), que se encuentra a bordo del buque de mando navegando en el área de operaciones.
La participación de la comunidad internacional es muy significativa, puesto que la ruta mercante del Golfo de Adén es una de las más importantes del mundo. En el área de operaciones, además de España, han contribuido con medios navales Francia, Alemania, Holanda, Bélgica, Suecia, Dinamarca, Grecia, Chipre, Lituania, Luxemburgo, Italia, Gran Bretaña, Estado Unidos, Rusia, Australia, Japón, Singapur, China, Malasia e India entre otras.
Desde el inicio de la Operación Atalanta y hasta principios de 2012, el avión español ha realizado más de 430 misiones, totalizando más de 3350 horas de vuelo. Se han detectado más de 108.000 contactos de buques en superficie, calificando a más de 290 como sospechosos de piratería. En este período, más de 500 militares del Ejército del Aire han formado parte del Destacamento Orión. En la actualidad el destacamento Orión está constituido por 52 personas, contando con una organización formada por su Jefatura y personal de apoyo, seguridad, sanidad y secretaría, un centro de operaciones para apoyo a la misión, y el personal de vuelo y de mantenimiento del avión que está desplegado. Durante estos años de operación, el 80% de las horas de vuelo ha sido realizado por el P-3 Orión y el 20% por el D-4.
Los P-3 Orión son aviones de patrulla marítima, inicialmente creados para la lucha antisubmarina, pero debido a sus grandes capacidades se emplean en muy diferentes cometidos como en el control del tráfico marítimo, inteligencia, reconocimiento, vigilancia, minado, lucha anti-superficie, salvamento marítimo oceánico, misiones contra el narcotráfico y protección de la pesca.
El D.4 (CN-235 VIGMA) es un avión de vigilancia marítima de fabricación nacional, con bases en Palma de Mallorca y Getafe. Si bien la misión del avión en el EA es de Búsqueda y Salvamento especialmente adaptado al ambiente marítimo, está dotado de equipos de detección y seguimiento de última generación, lo que le ha hecho apto para cumplimentar con éxito la misión en el Océano Índico.
La labor que realiza la aeronave española es muy apreciada y valorada por todas las unidades navales presentes en la zona, debido principalmente a su rapidez, autonomía y capacidad de detección y seguimiento, pero sobre todo por la calidad de la información que se proporciona al centro de mando y a las unidades de superficie.
La Operación Atalanta tenía una duración inicial de dos años, pero debido a la persistencia de la amenaza de la piratería, los países de la Unión Europea decidieron en el verano de 2010 extenderla hasta diciembre de 2012. En enero de 2012, el número de buques secuestrados en el Océano Índico se ha reducido a 5, con un total de 155 rehenes en manos de los piratas.
La misión consistía en realizar labores de vigilancia, información y prevención de la piratería en aguas de Somalia, así como proteger a los barcos españoles que navegasen por la zona de interés y atender las llamadas de emergencia que se pudieran producir en la zona. Dentro de la Operación Centinela Índico se realizaron un total de 70 misiones y 566:55 horas de vuelo, habiéndose detectado e identificado un total de 25.800 embarcaciones y abortando el secuestro de tres barcos mercantes.
A partir del 23 de enero de 2009, España se unió a la Fuerza Naval de la Unión Europea (EU NAVFOR), constituida para colaborar junto a otras Fuerzas Navales que se enviaron al Océano Índico en la lucha contra la piratería que amenaza el tráfico marítimo mundial y proporcionar seguridad y estabilidad a las embarcaciones que transitan por dichas aguas, pasando a denominarse Operación ATALANTA.
Para garantizar la seguridad de los pesqueros y del tráfico marítimo en general, se ha establecido un área de operaciones en el Océano Índico, al este de las costas de Somalia, de 5,2 millones de kilómetros cuadrados (más del doble de la extensión del Mar Mediterráneo), en el que se controla exhaustivamente la actividad de las posibles embarcaciones piratas, y el denominado Corredor Internacional en el Golfo de Adén, donde se proporciona escolta y seguridad.
Toda la información recogida por la aeronave española se envía al Mando de la EU NAVFOR que tiene su Base en Northwood (United Kingdom) y al Comandante de la Fuerza (puesto rotativo entre los países participantes), que se encuentra a bordo del buque de mando navegando en el área de operaciones.
La participación de la comunidad internacional es muy significativa, puesto que la ruta mercante del Golfo de Adén es una de las más importantes del mundo. En el área de operaciones, además de España, han contribuido con medios navales Francia, Alemania, Holanda, Bélgica, Suecia, Dinamarca, Grecia, Chipre, Lituania, Luxemburgo, Italia, Gran Bretaña, Estado Unidos, Rusia, Australia, Japón, Singapur, China, Malasia e India entre otras.
Desde el inicio de la Operación Atalanta y hasta principios de 2012, el avión español ha realizado más de 430 misiones, totalizando más de 3350 horas de vuelo. Se han detectado más de 108.000 contactos de buques en superficie, calificando a más de 290 como sospechosos de piratería. En este período, más de 500 militares del Ejército del Aire han formado parte del Destacamento Orión. En la actualidad el destacamento Orión está constituido por 52 personas, contando con una organización formada por su Jefatura y personal de apoyo, seguridad, sanidad y secretaría, un centro de operaciones para apoyo a la misión, y el personal de vuelo y de mantenimiento del avión que está desplegado. Durante estos años de operación, el 80% de las horas de vuelo ha sido realizado por el P-3 Orión y el 20% por el D-4.
Los P-3 Orión son aviones de patrulla marítima, inicialmente creados para la lucha antisubmarina, pero debido a sus grandes capacidades se emplean en muy diferentes cometidos como en el control del tráfico marítimo, inteligencia, reconocimiento, vigilancia, minado, lucha anti-superficie, salvamento marítimo oceánico, misiones contra el narcotráfico y protección de la pesca.
El D.4 (CN-235 VIGMA) es un avión de vigilancia marítima de fabricación nacional, con bases en Palma de Mallorca y Getafe. Si bien la misión del avión en el EA es de Búsqueda y Salvamento especialmente adaptado al ambiente marítimo, está dotado de equipos de detección y seguimiento de última generación, lo que le ha hecho apto para cumplimentar con éxito la misión en el Océano Índico.
La labor que realiza la aeronave española es muy apreciada y valorada por todas las unidades navales presentes en la zona, debido principalmente a su rapidez, autonomía y capacidad de detección y seguimiento, pero sobre todo por la calidad de la información que se proporciona al centro de mando y a las unidades de superficie.
La Operación Atalanta tenía una duración inicial de dos años, pero debido a la persistencia de la amenaza de la piratería, los países de la Unión Europea decidieron en el verano de 2010 extenderla hasta diciembre de 2012. En enero de 2012, el número de buques secuestrados en el Océano Índico se ha reducido a 5, con un total de 155 rehenes en manos de los piratas.
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