Los servicios de Inteligencia españoles han encontrado el vídeo, de 7
minutos y 41 segundos de duración, rastreando los canales habituales de
la resistencia kurda. Junto a los dos españoles aparecen otros jóvenes
alemanes y turcos que se expresan en sus propios idiomas sobre la
incorporación a las Unidades de Protección Popular, conocidas como YPG
(por las siglas en kurdo de Unidades de Protección Popular), el brazo
armado del Comité Supremo Kurdo del Kurdistán sirio.
Los dos españoles aún no han sido identificados, pero en
sus intervenciones dan algunas pistas. Por ejemplo, el primero en
aparecer manifiesta que conoció la "revolución" que tiene lugar en
Rojava frecuentando círculos kurdos en España. "Llevamos trabajando
bastante tiempo con ellos", afirma.
El otro
combatiente asegura que la guerra a la que se han sumado es
"antifascista y va a suponer un gran avance para la clase obrera". "La
bestia fascista del ISIS va a ser derrotada", sostiene.
En otro punto, aseguran que los combatientes internacionales que han
encontrado "no es gente que viene a buscar aventuras, sino que tienen
unos principios, como es combatir el fascismo". En el capítulo de
razones para acudir al Kurdistán está su convencimiento de que el
"internacionalismo proletario es una parte fundamental del marxismo".
"Hago un llamamiento para que todos los camaradas del mundo muestren su
solidaridad activa", añade.
Hasta ahora había constancia de unos setenta residentes en España que
se habían unido al ISIS; la mayoría, jóvenes musulmanes procedentes de
Ceuta y Melilla. El apoyo presencial a los kurdos que intentan contener
el avance de la organización terrorista no había sido detectado hasta el
momento.
Rojava es el nombre de la zona kurda en
Siria y ha funcionado en una situación de semiindependencia desde que
las tropas sirias la abandonaron durante la guerra civil. Los kurdos
tuvieron que afrontar después el problema del acoso de ISIS, que terminó
llegando hasta la frontera y sitiando durante meses la ciudad de
Kobani. La resistencia kurda y los bombardeos norteamericanos impidieron
que los yihadistas tomaran la población hasta que hace unos días el YPG
anunció que el cerco se había levantado y la mayoría de los miembros de
ISIS habían optado por retirarse.
Las YPG y los
grupos que controlan ahora Rojava tienen una ideología izquierdista y
relaciones con grupos de ideología similar de otros sitios del mundo. Han utilizado las redes sociales para convencer a personas que compartan sus ideas para que acudan a Siria a combatir a los yihadistas.
En unas declaraciones recientes, un ex militar norteamericano
con experiencia en la guerra de Irak contaba lo fácil que resultaba
alistarse en las milicias kurdas: "Me metí en internet y compré un
billete de avión. Fue así de fácil. Fue como reservar un billete para ir
a Miami Beach". Se puso en contacto con YPG, se reunió con alguien en
un aeropuerto de Irak, lo metieron en un coche y fue directo al frente.
Este hombre no oculta en esa entrevista que muchos de los voluntarios
extranjeros no cuentan con ninguna preparación militar ni las milicias
les proporcionan el material adecuado: "Es extremadamente peligroso
reclutar a gente sin experiencia militar, sin requisitos de edad, ni
limitaciones físicas. Solo llevan a la gente allí, les dan un arma y les
dicen: 'Buena suerte, compañero".
El norteamericano
se enteró de que ISIS había puesto precio a su cabeza y la de otros
extranjeros que combatían en esa zona. Decidió abandonar y dirigirse a
un consulado de EE UU en el norte de Irak para poder volver a su país.
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